
Hola, soy María Paula Núñez Boza. Actualmente curso el quinto grado y quiero contarles un poco sobre mis sueños y experiencias.
Uno de mis sueños es ser astronauta, porque me gusta todo lo relacionado con la astronomía, la exploración espacial, las constelaciones, los planetas y las estrellas. Todo esto siempre me ha llamado la atención: desde saber cuál es su origen, cómo están compuestos, cómo se mueven los objetos en el espacio y también su historia a lo largo de los años. Además, me gustaría ser astronauta porque son pocas las mujeres que han llegado al espacio. Creo que la tecnología y la robótica son muy importantes para todos los trabajos que se realizan allí.
Mi interés por la robótica surgió al ver a mi papá cuando estudiaba. Me quedaba observando sus libros y revisaba los folletos y los trabajos que hacía en la computadora, porque todos estaban relacionados con robótica y circuitos eléctricos. Eso despertó mi curiosidad por entender cómo y por qué funcionan las cosas eléctricas y las computadoras; así comenzó mi interés por todo lo relacionado con la robótica, los circuitos y la tecnología.

Este año tuve la oportunidad de participar por primera vez en la competencia Tecnikids Costa Rica y también en Tecnikids Guatemala. Fue una experiencia muy bonita, interesante y provechosa para mí, ya que se aprende sobre programación, armado de circuitos y construcción de proyectos: algunos son complejos y otros más sencillos. También aprendí sobre la convivencia con mis compañeros y compañeras, formando equipo y trabajando por un mismo objetivo y por el bien del grupo. Creo que estas competencias son muy importantes para las niñas, porque nos ayudan a reconocer problemas que podemos enfrentar cuando seamos adultas y, además, nos muestran cómo el uso de la ciencia, la robótica y la tecnología ayuda a resolver situaciones actuales.
En las clases de Innovación aprendemos temas muy interesantes y de gran importancia que me gustan mucho, como la electromecánica, la mecánica clásica, los diagramas de flujo y la aplicación de las fuerzas. Considero que todo esto me ayudaría en el futuro si logro cumplir mi sueño de ser astronauta, porque son conceptos que debo conocer para poder solucionar problemas, ya sea en una aeronave o en un laboratorio.


Reflexión sobre la importancia de empoderar a las niñas en estas disciplinas
Empoderar a las niñas en las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) es sembrar semillas de cambio en un terreno que durante mucho tiempo nos fue ajeno; para muchas personas, la ingeniería, la matemática y las ciencias eran “mundos de hombres”. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), solo el 28% de la fuerza laboral en ciencia y tecnología está conformada por mujeres. Esta desigualdad no solo limita el acceso de las mujeres a un sector clave para la innovación, sino que también frena el avance científico global.
Para cambiar esta realidad, el primer paso es mostrarles a las niñas que podemos ser protagonistas de nuestras propias historias, desarrollarnos en lo que queramos y tener la libertad de investigar y experimentar. Es esencial fomentar la inclusión de las niñas en STEM desde la escuela: cuando una niña construye un robot, diseña un circuito o plantea una hipótesis científica, desafía estereotipos y abre caminos para otras. Cada proyecto que realizamos no solo nos brinda habilidades técnicas, sino también confianza, voz y propósito. Es clave que, desde pequeñas, escuchemos que somos capaces y que tenemos un lugar en estos campos.
Por lo tanto, es importante acercarnos a la ciencia de manera práctica y divertida, y contar con oportunidades para explorar y experimentar. En el aula, se deben crear espacios seguros y asignar roles activos en misiones colaborativas. También es valioso promover actividades extracurriculares, visitas a centros de ciencia y experiencias interactivas que despierten la curiosidad y la vocación.
Además de estas acciones, debemos imaginarnos como científicas, ingenieras, programadoras y creadoras. Conocer ejemplos de inspiración femenina en tecnología nos permite ver cómo hay mujeres que están cambiando el mundo a través de las herramientas STEM. Un ejemplo es el proyecto “Smartz”, desarrollado en Belice por cuatro adolescentes que utilizaron tecnología robótica para evitar lesiones en personas con discapacidad visual. Este proyecto fue ganador en 2023 del programa Solve for Tomorrow, que reúne a 11 países.
El empoderamiento de las niñas en STEM es urgente y necesario. Con esfuerzos conjuntos, podemos reducir las brechas de género desde nuestras aulas, abriendo más oportunidades para que la innovación, el talento y la pasión por la ciencia y la tecnología florezcan desde edades tempranas. Además, estas iniciativas nos permiten ampliar conocimientos, fortalecer habilidades blandas y aumentar nuestra confianza en la ciencia. Todo lo anterior nos dará herramientas para convertir las ideas en impacto, los sueños en prototipos y las preguntas en descubrimientos.
“Cuando una niña cree en su capacidad para aprender, imaginar y crear, el mundo gana una nueva posibilidad; porque cuando una niña se siente capaz de cambiar el mundo, el mundo empieza a cambiar”.





